¿Cuánto desierto puede haber en un lugar?

Parece que... ¡MUCHO! ... Salimos de San Pedro de Atacama (región conocida por su desierto) pensando encontrar alguna región un poco más vegetada.  Luego de una graaaaaaan subida por ruta, con el vivaCHE transpirando, empezamos la travesía hacia la ciudad de Calama, una ciudad formada por la minería (ver más abajo nota sobre minería). Allí nos encontramos con Julio y su familia, que nos habían visto en Purmamarca, nuestro querido pueblito que nos sigue dando tantas alegrias inclusive en el exterior del país. Con ellos compartimos un par de días hermosos, recorrimos las afueras de Calama y fuimos a las cascadas del río Loa, un verdadero Oasis entre tanto desierto, con mucho verde y algunos interesantes fósiles. También estuvimos en Chiu-Chiu, un ojo de agua salada en el desierto, lugar de una interesante leyenda Inca (mas info). En Calama, como en varios lugares del desierto del norte de Chile, no llueve... pero, en serio, no llueve. Pueeeeede llegar a haber una pequeñiiiita llovizna una vez al año, pero no más.

Ya que trajimos paraguas, fuimos en busca de algún lugar que llueva. De Calama recorrimos unos 230 km al sudoeste hasta Antofagasta, según los lugareños la ciudad más cara de Chile... pero donde, tampoco llueve nunca!! así que enfundamos el paraguas una vez más. En la ruta cruzamos muchas mineras y pueblos dedicados a la minería. La gran mayoría de vehículos que nos hemos cruzado en el camino era de la mina, o relacionados a ellas. Al llegar a Antofagasta nos encontramos con Marcelo, un grato personaje que habíamos conocido en... sí, Purmamarca!! 2 años atrás. Él y su familia nos recibieron con mucho afecto y cobijaron durante nuestra corta pero intensa estadía en "Antofa". Hemos sido deleitados con una variedad de vinos chilenos (muy buenos, por cierto!) de su propia colección. Por supuesto,como ameritaba, hicimos despedida a todo trapo comiendo mariscos y pescaditos. A pocos minutos de salir nos topamos con "La Portada", una roca esculpida por el mar y el viento que debido a su estructura fue llamada así. Muy linda, y similar a la roca que hay en

"Las venas abiertas de América Latina" (I)

"Las venas abiertas de América Latina" * (I)
La idea de esta sección es ir recopilando información sobre problemáticas ambientales locales desde nuestra experiencia de viaje, con información que vayamos incorporando de testimonios de la gente local, de agrupaciones, etc. Es simplemente un pantallazo general sobre nuestra percepción de estos problemas. A lo largo de al Gira iremos publicando notas de los lugares que visitemos.

* título del libro de Eduardo Galeano

Parte I - LA TIERRA PROMETIDA: La megaminería en el norte de Chile

El norte de Chile se caracteriza por ser la región minera por excelencia. La extracción de cobre a cielo abierto (o tajo abierto) ha hecho del desierto una de las zonas más productivas a nivel económico de los últimos tiempos y ha instalado en el imaginario popupal al norte de Chile como el motor de crecimiento del país. El crecimiento demográfico ha alcanzado números muy importantes sobre todo en las ciudades clave de la región. Sin embargo, como bien dice el dicho: "no todo lo que brilla es oro" (o cobre, ajustándonos al caso) y la pregunta que se hacen algunos lugareños sobre este crecimiento es: ¿a qué costo?. El uso y abuso del agua es un tema recurrente y preocupante sobre todo en una zona donde el agua no abunda. La minería influye 100% en la vida diaria de la gente, ya sea para encontrar trabajo, para poner un negocio, para tomar agua (embotellada), para tansladarse de un lugar a otro (o trasladar un pueblo de un lugar a otro), para alquilar o comprar una propiedad, etc. Todo, absolutamente todo, está relacionado con la minería. De hecho hasta el número de cafés con piernas, wisquerías, y prostíbulos está relacionado con el crecimiento minero.
Es difícil abordar esta temática, sobre todo en esta región donde la tradición minera es fuerte, y la imagen del minero es intocable. Sin embargo, las vetas de negocios fraudulentos, falta de controles, contaminación de áreas costeras (sobre todo en los puertos donde se exporta el mineral), regalías, etc., se dejan ver no solo en la montaña... solo hace falta hablar un poco con la gente. Aquí hemos compartido respetuosamente espacios con gente a favor de la megaminería, en contra, y con posturas contra puestas, todos con sus fundamentos e historia de vida particulares que los han echo tomar postura al respecto. Sin embargo más allá de posturas, en general, la pregunta que todos se hacen es qué será de estos pueblos tan dependientes de la minería dentro de 10, 15 o 20 años cuando la explotación minera se acabe... Aquí hemos visto sectores con gran potencial productivo, que no necesariamente podría estar asociado a la minería y que sería interesante incentivar. Sobre todo para preservar bienes naturales tan preciados como el río Loa, el río más largo de Chile. Lamentablemente el río Loa ha sido uno de los que más ha sufrido con eventos de contaminación masiva como la de 1997 donde una fuga "misteriosa" de xantato, el isopropanol, detergentes y metales pesados (supuestamente utilizados para la minería) provocaron la muerte biótica del río en una parte importante de su cauce produciendo estragos en sectores dedicados a la agricultura. En Iquique la lucha ambiental también es fuerte. Los proyectos de termoeléctricas para abastecer de energía a los proyectos mineros han sido muy resistidos en esta zona. Iquique posée una hemosa costa balnearia y rica en frutos del mar. La instalación de dos, tres, o mas termoeléctricas a carbón mineral podrían generar desastres ambientales en sus costas perdiendo sus características actuales.
Creemos que la sustentabilidad de los pueblos del norte Chile será puesta a prueba en poco tiempo. Como siempre decimos el futuro de todas las regiones bajo explotación megaminera dependerá de la misma autodeterminación de los pueblos y de la exigencia al desarrollo de políticas a largo plazo que contemplen el cuidado de la tierra, de la gente, y de todo el ecosistema involucrado.

Las manifestaciones populares exigiendo estas premisas se están haciendo cada vez más fuertes en este país. Desde el sur contra las Hidroeléctricas en Aysén (las cuales hemos recopilado en la gira a la patagonia el año pasado) hasta el norte chileno con una pequeña pero esperanzadora resistencia a proyectos contaminantes y sin controles eficientes.