Luego de cruzar la cordillera llegamos a San Pedro de Atacama (Chile). Un pueblito muy pintoresco con construcciones de adobe, que hace 10 años era bastante parecido a Purmamarca, pero que hoy en día es muchísimo más turistico, carísimo, con una cantidad de hoteles impresionante, y una capacidad de carga totalmente superada (quizás el futuro de Purmamarca dentro de 10 años si no hay un planeamiento serio). Al llegar nos desayunamos con la noticia de que en San Pedro de Atacama no se puede realizar músca en vivo en lugares públicos, bares, restaurantes, etc., ni realizar ningún evento relacionado con la danza (ni siquiera pararse a bailar cualquier tipo de música!!). Es una ley antigua que rige para los pueblos fronterizos y que cada lugar acata o no de acuerdo a las políticas de turno. Parece que hubo algunos disturbios en el pasado y por eso se decidió no hacer nada más.... la cuestión es que sus calles se ven vacias de cultura, a no ser por reuniones clandestinas donde se juntan a hacer musica en vivo y baile, pero a riesgo de ser multados por carabineros. En fin, una ley que creemos que debería ser revisada y actualizada.
Luego estuvimos paseando por los alrededores del desierto de Atacama (uno de los desiertos más áridos del mundo). Estuvimos en la laguna Cejar, una laguna en medio de la salina de Atacama donde uno flota... si, si,.. simplemente te tirás y flotas como un corcho. Estás nadando en una especie de sal muera como una aceituna. Una sensacion muy extraña... sino miren a Lola, jaja!
En el próximo capítulo seguimos viaje hacia Calama...